lunes, 3 de junio de 2013

el calabazo



CUARTA EVALUCION:


El calabazo:






Antes de explicar el juego, hemos realizado un calentamiento que consiste en la pillada algo modificada:

.La cadena:

La para un chico/a que debe pillar a otro/a, cuando lo consiga se dan la mano y deberán ir a por otro jugador/a que si es pillado/a se unirá a ellos formando una cadena cada vez más larga. Cuando estén todos pillados se acaba el juego.


Puede haber una variante; cada cuatro se dividirá la cadena en dos, así el juego es más rápido. Es recomendable jugarlo con un gran grupo de personas, así será mas divertido.


Tras poner a todos los músculos del cuerpo a trabajar, pasamos a explicar el juego que nos ha tocado:

El calabazo:

El calabazo o riego al calabazo es una práctica laboral que ha evolucionado hacia juego o deporte y que tiene su origen en la actividad agrícola de elevar el agua desde un canal a un nivel superior, empleando para ello un instrumento denominado calabazo. 
Esta actividad, exclusiva del Valle de Aridane (La Palma), surge de la necesidad de salvar desniveles para llevar el agua desde el fondo del barranco a terrazas superiores y posibilitar el cultivo.


El calabazo, como útil de regadío, permite dividirlo en dos partes:

1.El palo, que es de una madera dura y que servirá como brazo de palanca.

2.El calabazo, que antiguamente era una gran calabaza curtida al sol y hoy es un recipiente formado por doce piezas de lata soldadas.





El gesto técnico que realizan los calabaceros para ejecutar su labor es fruto de años de perfeccionamiento y se basa en un continuo cambio de posición erguida a posición sentada con objeto de facilitar la acción de palanca, y de giro de muñecas a la hora del llenado y vaciado del recipiente.

Hay que destacar que a la hora del riego en todas las regaderas, lugares donde se echa el agua con los calabazos, se sitúan dos calabaceros, uno a cada lado de la misma y de frente al canal o acequia.


El calabacero apenas derrama agua en el trayecto desde el canal a la regadera situada en el nivel superior, siendo capaz de realizar un movimiento completo en tres segundos, que implicaría elevar alrededor 16000-18000 litros en una hora.

La práctica desaparición de esta actividad por la pérdida de rentabilidad debida a la existencia de otras formas de transportar del agua o nuevos sistemas de riego que abaratan el coste de la mano de obra, ha promovido el paso forzado de actividad laboral a actividad lúcida o deportiva. Aunque se puede constatar una tradicional pugna entre los calabaceros por demostrar su habilidad, un ritmo más elevado o una mayor prolongación del esfuerzo, es a partir de la década de 1980 cuando se puede afirmar que toma un carácter ludí deportivo. Es por esto que, más que de un juego o deporte tradicional, sería riguroso hablar de una actividad laboral tradicional que se ha convertido en deporte.